La Bandera de la Iglesia de Dios de la Profecía
La Bandera de Todas las Naciones
Se ha dicho que: «El no tener una bandera es como no tener un ideal, y los hombres sin ideales son como el páramo (tierra desolada)».
Durante siglos las naciones han sido identificadas por sus banderas con sus diversos colores y símbolos. Los egipcios enarbolaron su primera bandera miles de años atrás. Ellos ataron banderolas en la parte superior de postes o pértigas que los soldados llevaban a las batallas. Los sirios, y más tarde los griegos y romanos, usaron los símbolos de la misma manera.
La tradición pasó del mundo antiguo hasta el nuevo, y al presente la mayoría de los países, territorios, estados, provincias, ciudades y aun las organizaciones reconocidas del mundo, son fácilmente identificadas por su respectiva bandera.
Mientras algunas personas viajan alrededor del mundo y reconocen la bandera de su nación flotando noblemente en el aire, les sobrecoge una tremenda sensación de patriotismo y nostalgia.
¿Por qué les abruma tal emoción? No se debe tanto al hecho de que la bandera sea hermosa, sino más bien al sentir del patriotismo nacional que es estimulado al ver su bandera.
Una bandera representa un cuerpo de personas, su tierra, gobierno y principios; es como un constante recordatorio de aquellas filosofías e ideales sin importar el lugar donde sea desplegada.
La Iglesia
¿Por qué entonces la Iglesia, la Nación Santa (1 Pedro 2:9) ese cuerpo de cristianos redimidos por Cristo que vive y promueve Su gobierno y doctrina según se muestra en el Nuevo Testamento no deberá poseer su propia bandera que la distinga e identifique entre todas las denominaciones religiosas del mundo?
No tenemos la intención de que la bandera de la Iglesia tome el lugar de las banderas de las naciones del mundo, sino que deberá ser desplegada debidamente junto a la bandera de cada nación, en las iglesias locales. La Iglesia no adora la bandera ni cree que ésta tenga poderes místicos.
Esta es una mera representación de Cristo y Su Iglesia. Históricamente, la Bandera de la Iglesia de Dios fue presentada por primera vez por A. J. Tomlinson, el primer Supervisor General durante la 28va Asamblea General conducida el 15 de septiembre de 1933; más de cinco mil delegados presenciaron aquel evento trascendental.
Citas Bíblicas
La siguiente cita bíblica fue presentada como base ante dicha Asamblea: «Has dado a los que te temen bandera Que alcen por la verdad» (Salmo 60:4).
El concepto, diseño y colores de la bandera tienen su distinción en varias escrituras de la Biblia. El más antiguo de los escritos sagrados, registra lo siguiente en Génesis capítulo 49 y versículo 10: «No será quitado el cetro de Judá, Y el legislador de entre sus piés, Hasta que venga Shiloh; Y á él se congregarán los pueblos.». Esta es una profecía acerca de Jesucristo, a quien todos los pueblos se congregarán en los tiempos del fin.
Para ampliar el pasaje del Antiguo Testamento, repasemos la escritura de Juan 11:51-52: «51 Mas esto no lo dijo de sí mismo; sino que, como era el sumo pontífice de aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación: 52 Y no solamente por aquella nación, mas también para que juntase en uno los hijos de Dios que estaban derramados.»
Esto está en armonía con otros versículos de las Escrituras con respecto a que habrá una entidad divina en los últimos días que atraerá las otras ovejas de Dios y las conducirá al redil de Cristo, quien es Cabeza de la Iglesia.
La profecía habla claramente del advenimiento del Mesías, Jesucristo, en Números 24:17: «Verélo, mas no ahora: Lo miraré, mas no de cerca: Saldrá ESTRELLA de Jacob, Y levantará se cetro de Israel, Y herirá los cantones de Moab, Y destruirá a todos los hijos de Seth».
El Salmista David proclama en el Salmo 45:6: «Tu trono, oh Dios, eterno y para siempre Vara de justicia la vara de tu reino». El CETRO y CORONA fueron puestos en el diseño de la bandera como símbolos que representan las profecías de la venida de Jesús con la autoridad para reinar como Rey.
La ESTRELLA representa a Jesús, quien según Apocalipsis 22:16 es «la estrella resplandeciente, y de la mañana», además de ser la estrella de Belén, la cual sirvió de guía a los tres magos de oriente hasta que llegaron al lugar donde estaba el Niño Rey.
Colores de la Bandera
Los colores de la bandera son los siguientes: ROJO, BLANCO, AZUL y PURPURA.
El ROJO representa la sangre (Hebreos 9:14) de Jesucristo, la cual derramó por toda la humanidad, sin importar la raza, color o credo.
El BLANCO simboliza la pureza o santidad (Hebreos 12:14); el AZUL simboliza la verdad (Juan. 14:6), de la cual la Iglesia es columna y apoyo
El PURPURA sugiere la realiza o majestad de Cristo (Isaias 9:6,7), y la Iglesia reinará con El (Apocalipsis. 20:6).
Diseño Adicional de la Bandera
Las franjas azules de la bandera no se unen en los extremos de arriba o de abajo, mostrando que las otras ovejas de Dios, que están dispersas por todo el mundo, todavía no han despertado ante el misterio de la gran afluencia, tiempo para el cual vendrán hacia el único redil antes del rapto de la Iglesia (Juan. 10:16).
No aparecen escrituras o letras sobre la bandera, pues ella está para representar la Iglesia en todas las naciones. Dondequiera que aparece desplegada, ello significa que la Iglesia de Dios ha sido establecida en tal lugar. Así que, en todos los círculos de la Iglesia, ella ha venido a ser conocida como la: «Bandera de Todas las Naciones».
Resumiendo: «La bandera de la Iglesia llama la atención hacia un solo Dios, el Creador y Legislador en los cielos y la tierra; una fe a la cual todos los hijos de Dios se aferran, una mente, la mente de Cristo, la cual todos nos esforzamos en poseer, y una sola Iglesia para todos».
Promesa de Lealtad a la Bandera de la Iglesia
» Prometo lealtad a la Bandera de la Iglesia, y su doctrina que sostiene un Dios, una Fe, una Mente y una Iglesia para todos. ¡Amén!”
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Fuente: Tratado “La Bandera de la Iglesia de Dios”
Nota: citas bíblicas de la version Reina-Valera Antigua.