Del Púlpito a las Pantallas, la Iglesia Sobrevive y Aún Prospera Durante COVID-19
Introducción
En su trabajo de investigación titulado “En Crisis, Oramos: Religiosidad y la Pandemia de COVID-19” publicado marzo 30, 2020, la profesora Jeanet Sinding Bentze (Universidad de Copenhague) escribe en su introducción:
«En tiempos de crisis, los humanos tienden a recurrir a la religión para aliviar el estrés y para buscar explicaciones. La pandemia de COVID-19 de 2020 no es una excepción: la demanda de religión ha aumentado dramáticamente desde el inicio de la pandemia con líderes políticos y auto-organizados grupos instando a sus conciudadanos a orar.»
En este articulo hablamos de cómo la Iglesia Cristiana se mueve de los púlpitos de los templos, a las pantallas digitales, y analizamos cómo las iglesias locales están sobreviviendo, y aún prosperando, durante una pandemia de COVID-19. El año 2020 será un tiempo transcendental en la historia de la iglesia.
Dos grandes acontecimientos nos asedian: una pandemia global, y el mayor cambio de comunicación en los últimos 500 años. Las comunicaciones ha cambiado drásticamente en los últimos años con la introducción de internet y las redes sociales.
En cierta manera, la pandemia global, ha forzado a la iglesia a salir de sus cuatro paredes, por necesidad y como único recurso para seguir ministrando a sus feligreses y a sus comunidades. “Lo que el diablo quiso hacer para detener la iglesia, Dios lo uso para bendición” declaro nuestro Supervisor General en una reciente sesión virtual.
Es algo que es parte de nuestra historia, enfrentarnos a situaciones difíciles, desde la fundación de la iglesia por Cristo mismo, la persecución que vino en el primer siglo, la edad oscura, y aun la persecución que se desato sobre la Iglesia de la Santidad en las montañas de Carolina del Norte en 1896.
Analizamos estas áreas de forma realista e introspectivamente, para hacer un análisis y resumen de lo que hemos visto en las ultimas semanas. Ademas planteamos algunos puntos estratégicos que nos ayudaran a desarrollar planes de trabajo para los próximos meses.
1) La Iglesia no estaba preparada para esta pandemia
Al inicio de la cuarentena, publique una gráfica con las siguientes palabras: “Oremos por nuestros pastores, él o ella nunca se han enfrentado a una pandemia global.” Esto resume la realidad a la que nos enfrentamos al inicio de la pandemia, las iglesias no estaban preparadas para ministrar en-linea.
De hecho, esta pandemia global nos mostró que ni aun los gobiernos, a todo nivel, empresas, organizaciones sin fines de lucro, y aun la sociedad en si, no estábamos preparados.
Cuando las autoridades civiles de nuestros países, regiones, y ciudades empiezan a promulgar ordenes de quedarse en casa, las iglesias fueron impartidas también. La decisión de la Iglesia de Dios de la Profecía a nivel internacional de acatar a las ordenes civiles y de cancelar eventos y cerrar las iglesias y sus servicios o cultos regulares, fue la decisión correcta. Habrá tiempo para debatir esto después, la verdad es que nuestras iglesias cerraron y nos puso esta situación en un gran aprieto.
Ahora, no hay que confundir la misión de la iglesia, con los métodos que usamos para cumplir esa misión. Nuestra misión es predicar el Evangelio de Cristo al mundo perdido y hacer discípulos. Los métodos que usamos, tales como servicios en las iglesias, es solo eso, un método.
Por años había estado implorando a los pastores y ministros a que tomaran en serio el ministerio en-linea, con muy pocos resultados. Me sentía ha veces como una “voz que clama en el desierto” sin compararme en ninguna manera a Juan el Bautista.
Ahora vemos que es obvio que nuestros pastores, ministros, y lideres no estaban preparados para ministrar en-linea. La congregación no estaba preparada para iglesia virtual y ser ministrados en-linea. Aquellos ministros que estaban aferrados a un ministerio e ingresos basados en la iglesia local y sus servicios, fueron los mas afectados, y se encontraron en un verdadero problema.
Lastimosamente, aun en países desarrollados como Estados Unidos y países de Europa, la iglesia no estaba preparada, teniendo tanto acceso a tecnología y con mejores recursos financieros que la iglesia en países en desarrollo.
2) Nuestros esfuerzos iniciales
Iglesias grandes y pequeñas, en todos los países, fueron forzadas a ministrar por medios digitales, principalmente en las redes sociales. Publiqué un meme que decía “Y de repente, todos son televangelistas” para hacer el punto, aunque satíricamente, que los pastores fueron forzados a usar estos medios.
Se cumple lo dicho en el tema de este versículo: Del Púlpito a las Pantallas.
Antes de la pandemia, por supuesto, habían iglesias y ministros que ya estaban usando los medios digitales efectivamente. Nos viene a mente al Evangelista Hector Anderson Cajo de Perú, y el Pastor David Bruno de California, entre otros. Varias iglesias ya estaban transmitiendo sus servicios en-linea regularmente, con un buen nivel de resultados.
Pero la realidad es que la mayoría de iglesias y ministros no usaban los medios digitales, y aun, no los creían necesarios como parte integral de su ministerio. Al entrar la cuarentena, los pastores y ministros realizan que lo más difícil de la separación social y el “quédate en casa” es no poder conectarse en persona con los miembros de su iglesia.
Lo bueno de todo esto, es que las iglesias están encontrando formas de mantenerse conectadas, y algunas iglesias dicen que la asistencia a la iglesia en línea sigue creciendo cada semana.
Al cerrar las iglesias nuestra reacción inicial fue:
- Tener nuestros servicios de la iglesia en-linea
- Hacer un plan de emergencia para buscar maneras y recursos para salir en las redes
- Establecer procesos de comunicación para mantener a la iglesia informada y conectada
- Usar los recursos que tenían a la mano, en términos de personal y tecnología
- La calidad inicial fue muy baja, pero iba mejorando poco a poco
- Video digital fue el formato principal usado
La calidad de producción inicial fue muy baja, y aun mala, pero como lo dije en varias ocaciones, lo importante y urgente es salir en vivo por las redes sociales. Siempre y cuando, nuestra meta fuera ir mejorando poco a poco.
Algo tremendo fue la realización de que el equipo de trabajo de multi-media y tecnología en la iglesia, los “geeks” de la iglesia, llegaron a ser muy importantes en estos tiempos. Muchos de nosotros, nos sentíamos ignorados y aun usados solo cuando se requería algo de tecnología en la iglesia. Eso ya cambio totalmente.
Los jóvenes de la iglesia llegaron a ser los héroes pues ellos están mas acostumbrados a la tecnología y las redes sociales. Jóvenes, este es tu tiempo para hacer grandes cosas para Dios, usa esos talentos y habilidades que Él te ha dado para bendecir a la iglesia y a tu comunidad.
3) Explosión de Creación de Contenido Digital
Ha habido una verdadera explosión de creación de contenido digital de nuestras iglesias. Damos gloria a Dios por el gran numero de iglesias y ministerios de la Iglesia de Dios de la Profecía que están ministrando en-linea.
Ha sido algo increíble, el mensaje de Dios esta llegando al mundo. Especialmente agradable ver a nuestras iglesias en Latinoamérica producir contenido. Felicidades a los equipos técnicos de multi-media de estas iglesias.
Un gran numero de pastores, ministros, y lideres de nuestra iglesia empezaron a salir por las redes, y a transmitir sus servicios por Internet. Ese fue el primer paso, convertir los servicios en la iglesia a las pantallas digitales.
Ha sido una progresión natural y orgánica, pero lo importante es de que lo que normalmente tomara años, se tuvo que hacer en unos cuantos días solamente.
Después, al aprender mas y mas, y muchas veces fallando (en algunos casos horrendamente), la iglesia ha mejorado poco a poco, hasta llegar a encontrar “su voz” en términos de ministerio en-linea.
Encontrar esa “voz” y formato nos tomará meses, pero es importante hacerlo. Ya hemos aprendido que no se trata simplemente de “tener los servicios en-linea” sino de ministrar a la iglesia y al mundo, con el mensaje de salvación. Dios ayudara a cada iglesia y ministro a encontrar su propia voz.
Nuestra tendencia como humanos es de copiar o imitar a otros, los que no va a tener buenos resultados. Aquellos que tratamos de imitar han tomado un largo camino doloroso para encontrar lo que mas les funciona. No pienses que tu camino será mas fácil que el de ellos.
Nuestros servicios ahora están en Facebook, YouTube, y otras redes, y nuestras reuniones de lideres y juntas están en Zoom, Skype, y Streamyard.
4) Nadie sabe realmente lo que estamos haciendo
La verdad triste es de que nadie realmente sabe lo que están haciendo al ministrar por las redes sociales. Todos estamos aprendiendo. Si somos honestos, y no importando el nivel de conocimiento técnico que tengamos, nos enfrentamos a plataformas gigantes y complejas, y a una sociedad totalmente diferente a la sociedad de décadas pasadas. Aun los auto denominados “expertos” no lo saben todo, lo que implica que todos estamos en este mismo problema y oportunidad.
Vamos aprendiendo y aplicando técnicas que creemos que nos ayudaran a ministrar en-linea, pero la realidad es de que esto es un “bautismo por fuego” y demanda educarse y aprender a usar efectivamente la tecnología. La buena notica es que todas las plataformas nos dan estadísticas y datos de uso que nos ayudarán a evaluar que tan efectivo es el contenido que publicamos.
Sin embargo, hay «beneficios intangibles” que no son fácilmente medidos, como impacto y alcance del mensaje de Cristo, almas salvas, personas restauradas, etc. Esperamos en Dios que dará resultados, y realizamos que la gloria y honra le pertenece a Él solamente.
No hay que desanimarnos, pues como todo lo nuevo, tenemos que adaptarnos y tratar de mantenernos al día en todos esto. Saber adaptarse y probar nuevas cosas es de suma importancia.
5) Una oportunidad de oro
Durante la pandemia tenemos dos importantes puntos de apoyo: primero, Dios esta con nosotros y su Espíritu nos va a guiar hacia el futuro. Segundo, la gente del mundo esta buscan respuestas a sus miedos y dudas sobre la pandemia. En otras palabras “los campos están blancos para la siega” digital.
Como mencionamos ya, la obra inicial de las iglesias ha sido “predicar” en-linea. Pero hay una gran oportunidad de alcanzar a una sociedad global que está mas receptiva al Evangelio.
Publiqué hace unos días un video en que describía una increíble oportunidad de crear un nuevo canal de YouTube (y otras redes) para compartir el amor de Dios a los no cristianos. El tipo de contenido seria evangelístico pero para una audiencia joven y con un tono casual, y no tanto predicando “azufre y fuego” en si. De nuevo doy esa idea para alguien con talento la ponga en obra.
6) Video es el formato de contenido mas importante, pero no el único para ministrar en-linea
Según estudios recientes, se estima que el video digital representará un 82% de todo el tráfico de Internet para 2020. En 2015, ese número fue del 70%, un aumento del 12%, algo increíble.
Estaremos produciendo video principalmente en los próximos años, pero no vamos a desatender otro tipo de contenido. El uso de estas áreas de tecnología son necesarias:
- Livestreaming y pre-grabar videos para salir en “estrenos»
- Podcasting y programas de audio
- Contenido escrito como artículos, documentos electrónicos, y libros digitales (ebook)
- Contenido gráfico
- Conducir reuniones en-linea
Dios nos ira guiando al establecer una estrategia de contenido digital, esperamos poder compartir ideas, herramientas, y conocimiento técnico. De nuevo, los jóvenes de la iglesia tienen un papel muy importante que jugar.
Estaremos escribiendo sobre esto en las próximas semanas.
7) Nuestro ministerio en-linea tiene que estar basado en nuestra audiencia
Los servicios generales de las iglesias están diseñados para alcanzar a cuantos mas personas, edades, y intereses sea posible. Sin embargo, las iglesias tienen ministerios para diferentes grupos y edades, tales como ministerio de niños, jóvenes, ancianos, damas, familia, etc.
Lo mismo aplica a ministerio en-linea. El mensaje del pastor en-linea el domingo bendecirá la congregación. Pero hay que producir contenido para las diferentes edades, con un énfasis hacia los niños y jóvenes. En términos de ministerio de jóvenes, que ellos mismos produzcan su contenido para su propia audiencia. Les digo que ellos tienen tantas ideas y deseos de trabajar para Dios, que solamente necesitan nuestro apoyo.
Algo que veo necesario es que cada iglesia local tenga un ministerio de multi-media activo, que se invierta fondos para comprar equipo y capacitar al equipo, y que cada iglesia local tenga un estudio de video.
Conclusión
La misión de la iglesia de alcanzar al mundo con el Evangelio de Cristo, y el llamado a hacer discípulos, sigue tan fuerte como antes. La Iglesia tiene que cumplir su misión, bajo la unción del Espíritu Santo. Nuestro trabajo no ha cambiado, solo las circunstancias y retos han cambiado.
Durante esta pandemia todos, las iglesias y la congregación, tenemos que confiar en que Dios nos ayudará a pasar esta crisis, y aun a crecer y mejorar para Su gloria.
Por último, hago un llamado a que iglesias y ministerios colaboremos mas activamente, hay que proponer proyectos y recursos para ayudar a todos. Me gustaría que nuestra iglesia tenga conferencias y foros del uso de tecnología en la iglesia, donde hablemos de todos estos temas.
La gran comisión es nuestro mandato:
«Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” Mateo 28:19-20 – RVR1960
Por: Michael Wilson Ordóñez